¿Cómo se puede ayudar a la ciencia sin tener que estudiar muchos años?
Con juegos como
Foldit y
EteRNA podemos perder el tiempo frente a la computadora sin cargo de conciencia.
En Foldit el jugador debe predecir la estructura tridimensional de las proteínas y su plegamiento a partir de la secuencia de aminoácidos. Las soluciones con puntajes más altos son analizadas por investigadores para determinar si esa proteína puede existir realmente y ser utilizada como una herramienta.
Los participantes ya lograron, entre otras cosas, descifrar la estructura cristalina de un virus causante del SIDA en los monos. Este problema que los científicos no pudieron resolver en 15 años le tomó 10 días a la comunidad del Foldit.
En
EteRNA el desafío es plegar moléculas de ARN. El objetivo final es determinar las reglas para predecir la manera en la que se doblan estas moléculas y crear una biblioteca a gran escala con diseños de ARN sintéticos.
¿Cómo surgió todo esto?
Hace 15 años la Universidad de California en Berkeley desarrolló SETI@home administrado por la plataforma
BOINC. Este proyecto analiza señales de radio captadas por el radiotelescopio de Arecibo utilizando miles de computadoras personales de colaboradores voluntarios en vez de unas pocas computadoras potentes.
David Baker, bioquímico y biólogo computacional de la Universidad de Washington, utilizó el mismo concepto de computación distribuida y la misma plataforma para crear Rosetta@home. En este caso lo que se busca es predecir el acoplamiento entre proteínas y diseñar proteínas nuevas.
Cuando algunos usuarios de Rosetta@home se dieron cuenta de que podían resolver las estructuras de las proteínas de otras maneras, Baker recurrió a profesores de ciencias de la computación de la misma universidad para desarrollar un programa interactivo. De esta manera surgió Foldit. Luego un grupo de investigadores involucrados en el proyecto creó EteRNA.